Adrián Nicala es un reconocido estudioso del fenómeno OVNI. El misterio y los interrogantes acompañan su tarea de visualizar los objetos voladores no identificados en el cielo.
Adrián Nicala es uno de los expertos más reconocidos investigadores del fenómeno ovni.
Los últimos hechos que sucedieron en Monte Grande con la famosa “explosión” y la cantidad de objetos voladores no identificados en los alrededores de la Capital Federal condujo a mucha gente a interesarse y sumarse a la extraordinaria experiencia de la observación.
Pero para convertirse en un verdadero experto en la materia es necesario seguir algunos pasos que hagan de una persona “común” un verdadero especialista en ovnis.
Según Nicala, el puntapié inicial lo da la curiosidad. Interesarse en todos los temas que rondan al fenómeno, recopilar todo el material posible, mirar videos sobre ovnis, recortar y clasificar todas las noticias que se publiquen.
También hay que saber de meteorología, aviónica, física y suelos, ya que muchas veces se deben analizar las huellas que dejan los objetos en la tierra.
Uno de los errores más frecuentes que cometen los investigadores novatos es confundir animales u objetos por naves espaciales.
“Los gorriones en vuelo, al juntar las alas, se parecen mucho a los típicos platillos ovalados. Por eso hay que insistir y grabar pájaros, aviones y globos en el cielo para empezar a afilar el ojo”, explicó Nicala.
Una de las características que convierten en inconfundibles a los ovnis es la luz que emanan. Cuando es compacta y simula un latido o pulsación que varía su intensidad, no hay posibilidad de falla: es un objeto volador no identificado.
Otro de los puntos a tener en cuenta es la velocidad del platillo: “Una vez me quedé quieto y una nave que venía de mi lado izquierdo tardó más de 13 minutos en pasar hacia mi costado derecho. Es imposible. Un avión, por más alto que vaya, tarda no más de 6 minutos. Por eso siempre hay que prestar atención a los detalles, como por ejemplo si el objeto se detiene y continúa su rumbo, cosa que es tecnológicamente imposible”, aseguró Nicala.
Atención con la fotografía secundaria. Es un punto destacado en toda observación pero puede jugarle una mala pasada a los novatos: partículas de polvo pueden filtrarse en la lente, manchando la foto y mostrando un ovni que realmente nunca existió.
Estos son sólo algunos de los detalles que deben tener en cuenta aquellos que desean introducirse en el misterioso mundo de los ovnis.
Los últimos hechos que sucedieron en Monte Grande con la famosa “explosión” y la cantidad de objetos voladores no identificados en los alrededores de la Capital Federal condujo a mucha gente a interesarse y sumarse a la extraordinaria experiencia de la observación.
Pero para convertirse en un verdadero experto en la materia es necesario seguir algunos pasos que hagan de una persona “común” un verdadero especialista en ovnis.
Según Nicala, el puntapié inicial lo da la curiosidad. Interesarse en todos los temas que rondan al fenómeno, recopilar todo el material posible, mirar videos sobre ovnis, recortar y clasificar todas las noticias que se publiquen.
También hay que saber de meteorología, aviónica, física y suelos, ya que muchas veces se deben analizar las huellas que dejan los objetos en la tierra.
Uno de los errores más frecuentes que cometen los investigadores novatos es confundir animales u objetos por naves espaciales.
“Los gorriones en vuelo, al juntar las alas, se parecen mucho a los típicos platillos ovalados. Por eso hay que insistir y grabar pájaros, aviones y globos en el cielo para empezar a afilar el ojo”, explicó Nicala.
Una de las características que convierten en inconfundibles a los ovnis es la luz que emanan. Cuando es compacta y simula un latido o pulsación que varía su intensidad, no hay posibilidad de falla: es un objeto volador no identificado.
Otro de los puntos a tener en cuenta es la velocidad del platillo: “Una vez me quedé quieto y una nave que venía de mi lado izquierdo tardó más de 13 minutos en pasar hacia mi costado derecho. Es imposible. Un avión, por más alto que vaya, tarda no más de 6 minutos. Por eso siempre hay que prestar atención a los detalles, como por ejemplo si el objeto se detiene y continúa su rumbo, cosa que es tecnológicamente imposible”, aseguró Nicala.
Atención con la fotografía secundaria. Es un punto destacado en toda observación pero puede jugarle una mala pasada a los novatos: partículas de polvo pueden filtrarse en la lente, manchando la foto y mostrando un ovni que realmente nunca existió.
Estos son sólo algunos de los detalles que deben tener en cuenta aquellos que desean introducirse en el misterioso mundo de los ovnis.
